lunes, 9 de enero de 2012

LA IMPORTANCIA DE LA INGESTA DEL AJO


 
El Ajo: un alimento lleno de misterios

Seguros o no de los reales beneficios del ajo, su consumo es promovido y respaldado por los continuos estudios científicos que le atribuyen beneficios médicos para problemas cardiovasculares y contra el temido cáncer
 
Claudia Sánchez M.
 
Quizás para muchos el ajo es reconocido por su fuerte olor. Sin embargo, a este alimento se le han atribuido numerosos beneficios gracias a extensas investigaciones científicas. Los atributos de este alimento van desde sus eventuales cualidades anti-microbiana, anti-cancerígena y también la popular idea de adelgazante.
A partir de Louis Pasteur hasta la actualidad se han realizado diversas investigaciones, evidenciando que este alimento inhibe el crecimiento de microorganismos, por lo que ayuda a prevenir y combatir infecciones. Ya en el siglo XX se relacionaron estos hallazgos con el alto contenido de azufre, responsable de las diferentes propiedades que se le atribuyen.
La sustancia activa del ajo, que químicamente es el dialil tiosulfinato, se “bautizó” con el nombre de alicina, y es la sustancia que le da su aroma característico, y es el principal componente anti-microbiano del ajo. La alicina, relativamente inestable, se transforma en una variedad de otras sustancias que contienen azufre, una de las cuales es el ajo en la cual se le han comprobado acciones anti-tumorales y citotóxicas, así explicó a Punto Vital el tecnólogo de Alimentos, Enrique Saldías.
“El ajo es un alimento empleado principalmente como condimento por la presencia de un aceite volátil de olor y sabor característico. Contienen una esencia sulfurada, vitaminas, enzimas, lípidos, compuestos aromáticos y de sabor y un principio farmacológicamente activo (Alicina y Ajojene)”, señaló el tecnólogo en alimentos.
 
¿Para qué sirve?
 
Con la ayuda de Saldías comentaremos las principales cualidades de este misterioso alimento, estudiado e investigado por cientos de científicos. Entre los principales beneficios encontramos:
  • Anti-microbianas: sobre algunas bacterias, hongos y levaduras
  • Anti-toxica: el ajo también es efectivo contra las bacterias de envenenamiento de alimentos y posee propiedades de inhibición de toxinas, antioxidativas y antimicóticas.
  • Anti-hipertensivas: el ajo actúa como vasodilatador y relajante en el sistema circulatorio, protegiendo así la circulación periférica en las piernas, en los ojos, y por supuesto, protegiendo a las arterias en general y al corazón al disminuir la presión arterial.
  • Aparato respiratorio: ejerce una acción antiséptica, balsámica y expectorante. Estos efectos son de gran importancia para la cura de la bronquiostasia (dilatación de los bronquios), enfisema y para la cura de la tuberculosis y el asma.
  • Hipolipidémicas y anticoagulantes: estudios han demostrado que ciertos componentes del ajo reducen el nivel de colesterol “malo” (LDL) e incrementan el colesterol “bueno” (HDL) en la sangre.
  • Sistema Digestivo: es antidiarreico, antiséptico de la flora bacteriana patógena, antidispéptico (digestivo), colagogo y colerético (estimula la producción y omisión de bilis) y la flatulencia. Es eficaz contra los trastornos gastrointestinales al eliminar bacterias patógenas en el tracto gastrointestinal.
  • Anti-reumática: El ajo tiene su acción sobre las enfermedades óseas
  • Actividad hipoglicémica: el ajo al igual que la cebolla, tiene la propiedad de disminuir el nivel de glucosa en la sangre incluso en el caso de disfunción del páncreas; es una especie de insulina vegetal suave. 
Otras propiedades: entre las diversas acciones adicionales que se han probado en el ajo, están el estímulo de la tiroides, el efecto para combatir la malaria y limitar los daños de la nicotina en los fumadores. También contribuye a eliminar el ácido úrico.
Desde un punto de vista de la cultura popular el ajo es considerado una planta afrodisíaca como también se le atribuyen características adelgazantes.
 
Efectos contra el Cáncer
 
Estudios chinos arrojaron las que se consideran pruebas de los efectos inhibitorios del ajo sobre el avance del cáncer, tema no menor en nuestro país, donde el cáncer es una de las principales causas de muerte en la población.
Según el informe publicado en el Diario de Ciencia y Tecnología de ese país, los científicos descubrieron que dicho alimento puede impedir la reproducción e incluso destruir los elementos de las células cancerígenas del estómago.
Las propiedades curativas del ajo no son una novedad para los científicos de todo el mundo. A su vez, investigadores japoneses, por su parte, informaron que el antiguo extracto de ajo japonés suprimió la primera fase de promoción del tumor en un ratón con cáncer de piel. En tanto, Científicos del Instituto Nacional del Cáncer y de la Sociedad Americana de Cáncer publicó una revisión de las maravillosas propiedades anti- cancerígenas del ajo.
 
     
Suma y sigue: también hay estudios que demuestran que este condimento es eficaz en la prevención y tratamiento de cánceres de mama, estómago, colon, vejiga, y piel, y que tiene varios componentes que bloquean la formación de un potente cancerígeno llamado nitrosamina, lo que a la vez limitan los efectos de otros cánceres similares de carácter genético.
 
Cómo Usar el Ajo
 
El ajo crudo y el cocido poseen diferentes propiedades medicinales, es decir, algunos de los efectos del ajo se producen con mayor efectividad ingiriéndolo crudo, mientras que otros se logran mejor ingiriendo ajo cocido.
Algunos de los beneficios del ajo, como por ejemplo la reducción del nivel de colesterol, sólo se logran luego de varios meses de ser ingerido diariamente.  Como existen tantos y tan variados preparados a base de ajo resulta imposible dar unas recomendaciones generales en cuanto a las dosis a ingerir.
La efectividad del ajo crudo, podemos verla en el tratamiento de enfermedades gripales, estomacales o reumáticas; y muchas otras enfermedades causadas por microorganismo, como la meningitis, la tuberculosis y el herpes simple.
En conclusión el ajo es ampliamente empleado desde tiempos inmemoriales en el campo de la medicina, por lo que el consumo diario permitiría ayudar a prevenir algunas enfermedades malignas tanto cardiovasculares, de la piel, óseas como  los actuales estudios que hablan de eventuales beneficios contra el cáncer.
Probablemente no existe planta medicinal más conocida y estudiada que ésta. Si bien para algunos los beneficios médicos del ajo son un tema reconocido; para otros aún es propio de investigaciones para poder atribuirles características científicamente comprobadas. Es por eso que mientras continúen los estudios es mejor consumirlo con frecuencia, ya que como comúnmente se dice ‘más vale prevenir que curar’ y sí su ingesta nos ayuda, podríamos incluirlo en nuestra dieta diaria.

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