Ciertamente no existe ningún santo que sea tan popular como él tanto entre católicos como entre los protestantes y aun entre los no cristianos. San Francisco de Asís cautivó la imaginación de sus contemporáneos presentándoles la pobreza, la castidad y la obediencia con la pureza y fuerza de un testimonio radical.
Llegó a ser conocido como el Pobre de Asís por su matrimonio con la Pobreza, su amor por los pajarillos y toda la naturaleza. Todo ello refleja un alma en la que Dios lo era todo sin división, un alma que se nutría de las verdades de la fe católica y que se había entregado enteramente, no sólo a Cristo, sino a Cristo crucificado.
-Amad a vuestros enemigos y haced el bien a los que os odian', pues nuestro Señor Jesucristo, cuyas huellas debemos seguir, llamó amigo al que lo entregaba y se ofreció espontáneamente a los que lo crucificaron (S.Francisco, 1Reg 22).
-Quien obedece no debe mirar en su superior al hombre sino a Aquel por cuyo amor e ha entregado a la obediencia
- El hombre al no poseer nada propio, todo él pertenecía a Dios.
-Es feliz quien nada retiene para sí.
-La tentación vencida es, en cierto modo, el anillo con el que el Señor desposa consigo el corazón de su servidor.
- Parece ser más acorde a la voluntad de Dios que, interrumpiendo la clama de la oración, salgamos a trabajar en el mundo.
- La verdadera enseñanza que trasmitimos es lo que vivimos; y somos buenos predicadores cuando ponemos en práctica lo que decimos.
-No peleen entre sí y con los demás, sino traten de responder humildemente diciendo, “Soy un siervo inútil.”
- Con cuánto mas amor puede uno de nosotros amar y nutrir a su hermano en el espíritu.
-La oración es un verdadero descanso.
-Si tú, siervo de Dios, estás preocupado por algo, inmediatamente debes recurrir a la oración y permanecer ante el Señor hasta que te devuelva la alegría de su Salvación.
-Que la paz que anuncian con sus palabras este primero en sus corazones.
-Allí donde reinan la quietud y la meditación, no hay lugar para las preocupaciones ni para la disipación.
-El servidor de Dios debe brillar por su vida y santidad.
- Sin la oración nadie puede progresar en el servicio divino.
- Todos los hermanos deben predicar a través de sus obras.
- No retengan nada de ustedes mismos a fin de que enteros los reciba el que se da por entero.
- Comencemos a servir, lo que hemos hecho hasta ahora es poco y nada.
-Dichoso quien no tiene más gozo y alegría que las palabras y obras del Señor.
-La ley de Cristo, que se cumple en el amor, nos obliga a procurar la salvación de las almas más que la del cuerpo.
-Lo que es el hombre delante de Dios, eso es, y no más.
-Ya no necesito más: conozco a Cristo pobre y crucificado.
-Yo necesito pocas cosas y lo poco que necesito , lo necesito poco
-Si existen hombres que excluyen a cualquiera de las criaturas de Dios del amparo de la compasión y la misericordia, existirán hombres que tratarán a sus hermanos de la misma manera.
-Cuando se te llene la boca proclamando la paz, procura tener aún más lleno el corazón.
-La cortesía es hermana de la caridad, que apaga el odio y fomenta el amor.
-Entretenerse en buscar defectos al prójimo es prueba suficiente de no ocuparse apenas de los suyos propios.
-¡Terrible es la muerte!, pero ¡cuán apetecible es también la vida del otro mundo, a la que Dios nos llama!
-Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible.
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