AJOS PARA SANAR
El ajo es una planta medicinal
que todos deberíamos usar y conocer, si somos observadores hay muchas personas
que han vivido muchos años y eran consumidores habituales de ajos.
Sus propiedades están basadas
sobre todo en la gran cantidad de azufre que contiene, además tiene calcio,
fósforo, hierro, sodio, potasio, vitaminas A, B, C y Nicotinamida.
Es un alimento que produce
calor y sequedad, por lo tanto está indicado en todas las dolencias donde
exista frío y humedad como los catarros, reumatismos ,etc.
Sistema cardiocirculatorio.
Es un excelente depurador de
sustancias tóxicas y por eso debemos tomarlo siempre que nos hayamos
intoxicado, por ejemplo con marisco o pescado.
Disminuye notablemente los
niveles de grasas como el colesterol, los triglicéridos y el ácido úrico,
Hace la sangre más fluida,
con lo cual previene la formación de trombos y coágulos.
Inhibe en la sangre el
crecimiento y desarrollo de bacterias peligrosas como la de la meningitis,
tifus, difteria, neumonías y las responsables de diferentes abcesos.
Actúa favoreciendo la
disminución de glucosa en la sangre por lo que conviene a los diabéticos.
Regula la tensión arterial ,
sobre todo cuando está alta debido a que produce vasodilatación , disminuye el
número de latidos cardiacos, de ahí que sea muy útil para prevenir y curar
anginas e infartos.
Previene la arteriosclerosis
con la formación de placas en las arterias.
Aparato locomotor.
En la artrosis, osteoporosis,
reumatismo, al favorecer la eliminación de residuos tóxicos de las
articulaciones y aumentar la microcirculación con el consiguiente aumento de
nutrientes y minerales al hueso y articulaciones.
Aparato digestivo.
Es un antibiótico potente,
elimina las bacterias perjudiciales y respeta la flora bacteriana (bacterias
intestinales buenas).
Elimina los gases intestinales
y las putrefacciones.
Favorece las digestiones al
ayudar a las segregaciones salivares y gásatricas.
Previene y cura la
apendicitis.
Mata toda clase de parásitos
intestinales, tipo larvas y lombrices.
Corta la diarrea y es laxante
en el caso de estreñimiento.
Aumenta la secreción biliar y
estimula su expulsión desde la vesícula al tubo digestivo.
Órganos sexuales.
Úsalo en el caso de tener
impotencia o frigidez, aumenta además el apetito sexual.
En la mujer regula la regla,
la favorece, y la hace más abundante. No usarlo si hay cualquier hemorragia o
exceso de sangrado al menstruar.
Aparato respiratorio.
Desinfecta todo: garganta,
faringe, bronquios, útil en resfriados, bronquitis, neumonías.
Expectorante y
descongestionante.
Bueno en el asma.
Sirve para limpiar los efectos
del tabaco a nivel pulmonar.
Piel.
Cicatriza heridas que no
cierran. Se fríen ajos en aceite de coco y se echa la herida.
En los piojos y caspa untar la
cabeza con ajo y miel.
Aplicado externamente quita
las verrugas.
Útil en el herpes y en los
hongos externos e internos.
Sistema endócrino.
Aumenta el funcionamiento de
la glándula tiroides, por lo cual está indicado en la obesidad y el
hipotiroidismo.
Estimula la liberación a la
sangre de la insulina por parte del páncreas por lo que ayuda en la diabetes a
regular los niveles de glucosa.
Favorece la secreción de
corticoides internos por las glándulas suprarrenales, de ahí la clave de todas
sus propiedades, pues ya se sabe que la medicina utiliza los corticoides en
procesos alérgicos, problemas pulmonares, reumatismos.
Sistema inmunitario o
defensivo:
Fortifica la defensas frente a
cualquier clase de infección (bacterias, virus, hongos, parásitos), como por
ejemplo: En la peste de Tolouse en 1620 usaron el ajo cuatro ladrones para
saquear las casas en las que estaban los que habían muerto por esa enfermedad,
después confesaron su secreto.
También impide y previene
cualquier clase de cáncer.
Aparato urinario:
Estimula la formación
abundante de orina, con lo que ayuda a eliminar toxinas.
Sistema nervioso:
Se sabe que el ajo es un
antidepresivo por excelencia, debido a que aumenta enormemente la vitalidad, y
por consiguiente la calidad de vida. Mantiene la mente despejada y lúcida.
Queridos amigos espero que a
partir de ahora utilicéis el ajo crudo a diario en vuestra alimentación, por
ejemplo añadiéndolo a las ensaladas, untándolo en el pan tostado, o con la
famosa receta catalana del allioli (ajoaceite), se machaca una cabeza de ajos
con sal y se va añadiendo, dando vueltas con el mortero, aceite de oliva, debe
quedar una salsa espesa.
Si queréis saber la dosis
diaria recomendable sería un diente de ajo al día, pero en casos de dolencias
graves, como reumatismo deben tomarse varios. Siempre tiene mucho más poder
curativo en estado natural que en forma de cápsulas, una forma de tomarlo si
sienta mal o se repite es cortándolo en trocitos echándolo con un poco de agua
en un vaso y beberlo como si fuera una pastilla sin masticarlo.
Que te cures
Mari Cielo
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